Los lentigos son una condición de la piel en la que aumenta el número de melanocitos, y puede ser confundida con manchas en la piel o las pecas. Para que esto no ocurra, y comprendamos la importancia del diagnóstico del lentigo, a continuación encontrarás información sobre qué es, tipos, causas y tratamientos dermatológicos, que te servirán para encontrar un diagnóstico y tratamiento adecuado.
¿Qué es un lentigo?
El lentigo es un tipo de hiperpigmentación o mancha benigna que aparece en la piel, en las zonas de mayor exposición al sol. Se caracterizan por ser de color marrón oscuro o negro y medir entre uno y quince milímetros. El lentigo popularmente es conocido como “pecas grandes” y con el paso de los años pueden oscurecerse y agrandarse. En personas de piel clara son mayores las probabilidades de que se formen.
Cómo se forma un lentigo en la piel
La formación de los lentigos se debe a un incremento en producción de melanina (pigmento responsable del color de la piel) que se va acumulando en la capa más superficial de la piel, debido a la sobre exposición a los rayos UV y al envejecimiento.
¿Es un lentigo lo mismo que una mancha solar?
No necesariamente son lo mismo. Una mancha solar o lentigo solar, es un tipo de lentigo provocado por la exposición al sol, mientras que existen otros tipos de léntigos, como los que son causados por el envejecimiento.
Tipos de léntigos
- Lentigo simple o juvenil. Son lesiones pequeñas, que aparecen en la piel desde la infancia y que no cambian de color o tamaño con el paso del tiempo. Son el tipo de lentigo que aparece en cualquier parte del cuerpo, debido a que no están relacionados con la exposición al sol.
- Lentigo solar, senil o actínico. Se trata de aquellos que están relacionados con la foto exposición continuada, las cuales aparecen a lo largo de los años en las zonas del cuerpo más expuestas como la cara, el cuello, los hombros y la zona del escote. Si te preocupa la apariencia de tu rostro y luego puedes realizarte un lifting facial y complementar con un tratamiento para reducir la apariencia de los lentigos.
- Lentigo maligno. Es la versión menos agresiva de un melanoma cutáneo, pero no deja de ser una lesión maligna. Es un tipo de tumor que es difícil de diferenciar de lentigos benignos.
Causas del lentigo: ¿por qué aparecen?
Entre las razones por las que aparece el lentigo están:
- Exposición solar y daño actínico. La exposición crónica y continua a los rayos ultravioleta, emitidos por el sol o por las cabinas de bronceado, son la principal razón de la aparición de los léntigos solares o actínicos.
- Factores genéticos y envejecimiento cutáneo. Un componente genético puede causar predisposición a la formación de léntigos simples o juveniles.
- Influencia de medicamentos y enfermedades asociadas. Algunos lentigos pueden ser producto del uso de ciertos fármacos que tengan como efecto secundario la hiperpigmentación o la fotosensibilidad. También mutaciones genéticas como el Síndrome de Leopard.
¿Cómo se diagnostica un lentigo?
Evaluación clínica por el dermatólogo
Confirmar lesiones cutáneas como el lentigo requiere de una evaluación de un dermatólogo. El especialista hará una serie de preguntas para conocer el historial médico, antecedentes familiares y conocer cuándo aparecieron las lesiones. Adicional a esto, el médico realiza una revisión física del paciente, para observar las características (forma, tamaño, color y bordes) de las lesiones.
Uso del dermatoscopio y pruebas complementarias
Un dermatoscopio es un aparato manual que tiene un lente de aumento y una fuente de luz que sirve para ver mejor los detalles de la lesión.
¿Cuándo se recomienda una biopsia?
Cuando existen dudas si la lesión es benigna o si es un tumor maligno (melanoma), el dermatólogo puede indicar una biopsia de piel tomando muestra de la lesión o puede ser necesaria la extirpación del lentigo para su análisis.

Tratamientos disponibles para eliminar léntigos
Es indispensable acudir a un dermatólogo para un diagnóstico acertado y un tratamiento oportuno:
Tratamientos dermatológicos no invasivos
La crioterapia es una de las opciones de tratamiento no invasivo para los lentigos. Consiste en la aplicación de nitrógeno líquido en spray directamente sobre la lesión, lo que provoca que se congele y se destruyan los pigmentos, con lo cual se aclaran y se hacen menos visibles. Es adecuada para pacientes con pocas y/o pequeñas lesiones.
También se puede recurrir a la dermoabrasión y a la microabrasión, la cual se raspa la capa más superficial de la piel, utilizando un cepillo de rápida rotación, con la intención que se forme una nueva capa.
Láser para lentigos: tipos y eficacia
Usando láseres es posible destruir los melanocitos sin afectar los tejidos circundantes. Algunos de los más utilizados son tratamientos estéticos innovadores como el láser Q-switched que emite pulsos de energía muy cortos pero de alta intensidad, y el láser de luz pulsada intensado, que con un amplio espectro de luz penetra en la melanina, mejorando la pigmentación de la piel.
Cremas despigmentantes y retinoides
Otra forma de tratar los lentigos en la piel es mediante la aplicación de cremas despigmentantes, las cuales pueden ayudar a aclarar las manchas o a mantener los resultados de otros tratamientos. Los retinoides, por su parte, contribuyen a la renovación de las células y a exfoliar el pigmento.
¿Cuándo es necesaria la cirugía?
La cirugía como tratamiento para el lentigo no es una opción muy común, sin embargo, es posible que sea necesaria en casos en los que se tenga un diagnóstico de lentigo maligno. También una cirugía de extirpación puede ser necesaria, en casos en que se requiera una biopsia excisional, la cual dejará una pequeña marca, esta cicatriz puede ser corregida luego mediante otros procedimientos estéticos.
Prevención de los lentigos: claves para evitar su aparición
El cuidado de la piel es la forma más efectiva de prevenir los lentigos solares, debido a que esta es la principal causa. Los otros tipos de léntigos son difíciles de evitar, debido a que se forman por razones genéticas, enfermedades o por efectos de medicamentos.
- Fotoprotección diaria. Utilizar a diario protección solar de amplio espectro y con alto factor de protección. Así como evitar exponerse al sol en las horas de mayor intensidad.
- Rutinas de cuidado para pieles con tendencia a pigmentarse. Mantener la piel bien hidratada y una dieta rica en antioxidantes, es una forma de evitar el daño celular provocado por los radicales libres. Para cuidar la piel del rostro también puedes recurrir a un fotorejuvenecimiento facial.
- Revisión periódica de manchas y lunares con el dermatólogo. Acudir al médico para chequeos regulares permite diagnosticar a tiempo y recibir un tratamiento adecuado.
Conclusión: por qué es importante tratar los lentigos a tiempo
La principal razón por la que se debe acudir al dermatólogo para detectar y tratar el lentigo, es porque es necesario diferenciar entre el benigno y el maligno, de modo que el médico indique un tratamiento adecuado. También es necesario el diagnóstico, ya que los melanomas, poseen células cancerígenas que están ubicadas aún en la superficie de la piel, y que con un tratamiento oportuno se puede evitar que se extienda a otras partes del cuerpo.